14 abril 2013

La música a veces nos conmociona...

La música a veces me conmociona hasta extremos que me emociona, los sentimientos que no siento normalmente me contorsiona el estado interior, hasta darle un revolcón a los sentidos... Me hace verme a mi mismo, como en el vídeo que os dejo a continuación; en esa especie de placenta refugio de mi vulnerabilidades, de mi simiente, de confort en las entrañas. A veces la música que os pongo me hace sentirme así de distinto. Me despedaza, me desgarra, me deja echo una piltrafa... Me doblega, me enaltece y me desespera. Me suple, me subraya, me remarca sentimientos y estados de ánimos...

A caso ¿me encuentro sólo en este presentir? o puedo confiarme... y esperar qué os suceda algo extremadamente parecido a ti, a ti y a ti... en nuestro mutuo sin sentir... igualándonos, acercándonos, estrechándonos en lo que nos distancia con diferencia; reconociéndonos en esta hermandad que se despeja de la indiferencia, de alguna manera ¡en ésta consistente afinidad de almas!; hallando identificación en nuestras mutuas naturalezas (?) ¡Dime, amig@, conocid@ o extrañ@ que no me escribes ni me hablas normalmente! o no te manifiestas destacando tus impresiones normalmente. ¡Cuéntame algo que desbroces en tu alma!, antes de que se apague como una vela agotada de esa luminiscencia que sientes. Algo que cuelgues con consistencia como un graffiti en LOS MUROS DE TU AMOR. Esa misma pared que te hizo reconocerte en la completa felicidad del ser, por algún momento que empiezas como tal a entender. ¿Sientes entonces como yo siento a tientos? ...¡Qué la música a veces te conmociona!

1 comentario:

Anónimo dijo...

La música me conmociona,tanto que ni las más hermosas palabras pueden describirla, quizá una imagen, pero cuando cierras los ojos, puedes imaginarte una historia, la que te evoque las sensaciones que te transmiten la melodía que captan tus sentidos, tan envolvente, a veces, que te gustaría tocarla con las manos

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